Me habría gustado que las campañas electorales iniciaran de otro modo, hablando de otros tantos temas que urge resolver en Nuevo León y en México.
Sin embargo, tristemente tenían que iniciar así, hablando de lo que hoy más nos duele a los mexicanos; la inseguridad.
No es casualidad que la candidata Presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, haya iniciado su campaña en Fresnillo, Zacatecas, la ciudad con mayor percepción de inseguridad en el país, donde 96 por ciento de la población teme ser víctima de la delincuencia. Desde ahí acompañó a las víctimas del crimen y a los ciudadanos en general y se comprometió a trabajar por un México sin miedo.
También dijo que cuando ella llegue a la Presidencia de México se acabarán los abrazos a los delincuentes y se comprometió a contener a las organizaciones criminales más violentas del país.
Habló claro respecto a las fuerzas militares, que deben regresar a ocuparse de lo que les corresponde y no a hacer caprichos del Presidente.
Xóchitl va en serio en el fortalecimiento de las policías estatales y municipales, que no se trata solo de darles más armas o equipo, sino de garantizarles una verdadera calidad de vida a ellos y sus familias; con seguridad social, seguro de vida, becas y créditos a la vivienda.
Morena ha entregado el país a los criminales, a diario escuchamos de ejecutados, narco mantas, personas desaparecidas, homicidios, robos y extorsiones. Realmente nunca existió una estrategia de seguridad y combate al crimen organizado.
Para nuestra desgracia, en este sexenio Nuevo León no se escapa de las estadísticas de inseguridad, pues tenemos un Presidente y un Gobernador que se niegan a hablar de la realidad, se niegan a enfrentar el problema y resolver. Dedicándose por el contrario a perseguir a quienes no piensan como ellos, a extorsionar o a censurar.
México merece vivir sin miedo, por eso se vuelve todavía más importante la elección del próximo 2 de junio, donde no solamente decidiremos quién será nuestra Presidenta, sino también la integración del Congreso de la Unión, un poder legislativo que sea un verdadero contrapeso y no que tenga una mayoría morenista que calla ante el dolor de los mexicanos. Ahí tenemos que llegar los más preparados, pero también los más congruentes, valientes y con experiencia y trabajo probado. Tenemos que llegar quienes creemos en la libertad y la democracia. Quienes no callamos ante los problemas para solapar a un gobernador o a un Presidente.
Hoy, como lo he hecho cada día de mi vida profesional, me comprometo a seguir siendo una política intachable, que te hable de frente, sin miedo y realmente representando a Nuevo León. Con tu apoyo seguiré trabajando para que juntos podamos avanzar hacia un México sin miedo.
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