Reforma al Poder Judicial

La reforma al Poder Judicial que propone morena, específicamente el Presidente López Obrador tendría que traducirse en la efectiva impartición de justicia, en la modernización del Poder Judicial y en resolver las demandas de la sociedad que día a día pugna por el combate a la corrupción y a la impunidad. Lejos de eso; esta reforma parece más bien una venganza del Ejecutivo -recordemos que ha sido el Poder Judicial quien ha parado varios intentos de violaciones a la propia Constitución y se ha comportado como un verdadero contrapeso- pero además como un acto desesperado por tener el control absoluto de los poderes en este país.

Aunado a ello, hay que considerar el hecho de que morena y sus aliados han logrado una mayoría calificada en el Congreso de la Unión para la Legislatura LXVI. Lo que significa que no será necesario dialogar con la oposición (cosa que tampoco ha sucedido durante el sexenio de AMLO) ni mucho menos detenerse a pensar en los costos políticos que electoralmente podría acarrearles tal decisión -reforma al Poder Judicial- pues en el pasado proceso electoral pudieron constatar que con una elección de estado les basta para avasallar en las urnas.

Uno de los temas cruciales de dicha reforma es precisamente la elección, mediante el voto popular, de jueces, ministros y magistrados. Aunque estos ya son elegidos mediante la democracia representativa, ya que es el propio Presidente de la República quien propone a los candidatos a Ministros y es el Senado quienes los eligen -los senadores llegaron ahí por el voto popular- y así sucesivamente para el resto de los espacios tanto en el TEPJF y el CJF.
Pero en el caso de la propuesta de morena, pareciera que se pretende copiar el modelo de elección como sucede en Bolivia -único país en el mundo en donde se eligen a jueces, ministros y magistrados mediante el voto popular- una reforma bastante joven que al día de hoy ha demostrado solo fracaso al presentar el 60% de votos nulos por parte de la ciudadanía. Lo que claramente demuestra que no es un tema que tendrían que ver directamente los ciudadanos, sobre todo si para esos puestos se requiere de cierta trayectoria y formación especializada y probada.

Al ver que se proponen foros como mero trámite y no para un análisis y debate profundos y al escuchar a varios personajes del oficialismo presumir su aplastante mayoría y hacer gala de su cerrazón; podemos vislumbrar un escenario casi perdido en donde morena, Claudia y todos sus legisladores electos creen que son dueños de la verdad, dueños de la voluntad ciudadana y dueños de las instituciones a las que les pueden meter mano sin ninguna consecuencia.

Pero los legisladores llegan de diferentes estados y aquí en Nuevo León, no solo habemos legisladores de la oposición, también los hay de morena, del PT y del PVEM; será aquí, desde lo local donde la ciudadanía tendrá que pasarle factura a todos esos legisladores que al parecer están dispuestos a obedecer ciegamente lo que les dicten desde Palacio Nacional. Hay que exigirles y pasarles el costo político. Es a Nuevo León a quien le tienen que responder, pongámosles nombre y cara y desde ya exijámosles que voten en contra de la destrucción de la República.

Palabra de Norteña ✍️

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