Mi haka es la defensa de la verdad

Recientemente se hizo viral en redes sociales un video del parlamento en Nueva Zelanda, en donde la representante maorí Hana-Rawhiti Maipi-Clarke, la más joven en su historia, comenzó a interpretar una haka -una danza tradicional Maorí, históricamente utilizada para diferentes ocasiones como desafío a rivales en la guerra- que en esta ocasión ella utilizaba para mostrar su inconformidad con una ley que pretendían aprobar y que afectaba directamente a su comunidad.

Esta expresión desató diversas opiniones, a favor y en contra, particularmente me parece una bella expresión, artística y muy sentida. Pero sobre todo me parece que se vuelve muy relevante el significado que tiene el que los representantes populares llevemos a la máxima tribuna, al pleno donde está representado el pueblo al que pertenecemos no solo la retórica o el debate sino la representación máxima de lo que somos, de dónde venimos, en qué creemos y qué representamos.

En los parlamentos del mundo hemos podido ver de todo; como el caso de la legisladora del Partido Laborista, Stella Creasy, quien participó en un debate del Parlamento inglés con su bebé en brazos, fue la primera legisladora en hacerlo, pero con el tiempo se ha vuelto más común que madres legisladoras lo hagan.

O como cuando la conservadora Unnur Bra Konradsdottir, diputada islandesa, discutía en tribuna mientras amamantaba a su bebé.

Álgidas discusiones en el parlamento español en donde los progresistas han liderado la decadencia de esa sociedad.

O las diversas expresiones que se pueden destacar en las cámaras del Poder Legislativo mexicano en el régimen actual. Donde la oposición no ha dudado en señalar y cuestionar al oficialismo rapaz que destruye instituciones.

Hoy, que el mundo se encuentra en turbulencia y los parlamentos tan agitados, se vuelve muy relevante la manera en cómo los parlamentarios nos expresamos y damos el debate. Lo que defendemos y cómo lo hacemos.
Hoy, que la defensa de la verdad se ha vuelto un acto de resistencia, donde para muchos resulta sencillo distorsionar la verdad, o desdibujarla o incluso negarla a pesar de lo evidente; se vuelve cada vez más importante usar nuestra voz para defender la libertad y la verdad.
El ser una legisladora de oposición me ha enfrentado a muchos retos, sobre todo al hecho de ser señalada y perseguida por defender siempre la verdad aunque sea impopular.

Hoy que el mundo y México se enfrentan al sectarismo, al divisionismo, a la mediocridad y a los antilíderes, hoy que el populismo se ha enquistado en las propias instituciones y pareciera que la irracionalidad se apodera del oficialismo, de los medios masivos de comunicación y de incluso algunos sectores de la sociedad: nuestro grito de guerra tiene que ser con nuestra voz, con todas nuestras fuerzas y valentía, nuestro haka debe ser siempre la defensa de la verdad. Ese haka que incomode, que plante precedente, que sacuda almas, que invite a la acción, que se escriba en la historia que habrá de juzgar a quienes intentaron destruirla. Sin temor, quienes hoy somos parlamentarios de oposición, estamos obligados a la manifestación de la certeza y la evidencia, a la defensa de la vida, la libertad y la democracia.

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