Austeridad simulada

El discurso de la austeridad republicana ha caído. La mansión del Bienestar (cómo le llamaron los usuarios de internet) es el monumento a la corrupción de este sexenio.

Esta historia ya la conocemos: un proveedor del gobierno “facilita” la compra de una propiedad para beneficiar a un tercero que después saldrá a dar una explicación sin pies ni cabeza de cómo se adquirió.

En otras circunstancias no sería un problema, sin embargo el protagonista de esta historia no es conocido por ser un empresario exitoso o alguien que ha trabajado toda su vida y aun así se hace de una mansión de más de 20 millones de pesos que presuntamente fue propiedad de un proveedor gubernamental, piensa mal y acertarás.

“Que no haya ilusos para que no haya desilusionados”, todos los que creyeron en un proyecto que tenía por bandera el combate a la corrupción fueron engañados.

Palabra de norteña.

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