¡Ya es un problema de SALUD PÚBLICA!

Presenté en la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma Constitucional para garantizar el derecho humano al aire limpio y un punto de acuerdo para establecer un plan y acciones para garantizar el aire limpio. Aunado a ello he solicitado ya en varias ocasiones al Gobierno del Estado que se implemente la Alerta Ambiental masiva con protocolos de seguridad para los más vulnerables. Una estación de monitoreo de la calidad del aire en la zona Cumbres de Monterrey y ante la CRE (Comisión Reguladora de Energía) he solicitado que se implemente gasolina de mejor calidad en Nuevo León.

Todo lo anterior tiene su razón; y es porque la mala calidad del aire ya se volvió un problema de salud pública. Representa un riesgo y aumenta las posibilidades de padecer ataques al corazón, embolias, cáncer, enfisema pulmonar y asma. Esto quiere decir; que la inquietante condición en la que vemos el cielo a diario no es sólo un tema ambiental, sino que empieza a tener repercusiones en la calidad de vida de quienes vivimos en Nuevo León, y si hoy no se toman medidas pertinentes, repercutirá en un futuro muy próximo de manera muy negativa, implicará costos elevados de salud pública para las autoridades y por ende mayores problemas sociales, políticos y económicos. Quien hoy no lo vea y no lo entienda así, no tiene nada que estar haciendo en la toma de decisiones. 

Por ello es urgente, ¡URGENTE!, que se tomen medidas drásticas al respecto. Hoy nada es un misterio; las fuentes de contaminación atmosférica están totalmente identificadas, menciono las que enlistó el Comité Ecológico Integral: industria; petróleo, petroquímica, metalurgia, química, automotriz, generación de energía eléctrica con combustibles fósiles, fabricación de productos a base de minerales no metálicos, alimentos, vidrio, cemento, cal, celulosa y papel. Transporte público, privado, personal y de carga. Excesivo uso de combustibles fósiles de mala calidad en la industria y el transporte, actividades de construcción, obra pública y privada. 

También existen diversos estudios científicos que señalan el grave daño que ocasiona en la salud de las personas, el respirar este aire tan contaminado, existen tratados internacionales de los que el estado mexicano forma parte y debe cumplir, existe una amplia regulación que tiene que aplicarse y ahora en Nuevo León existe un impuesto verde que como ya he venido diciendo en otras columnas; todavía seguimos sin saber para qué sirve o cómo funciona.

Desde el poder legislativo seguiré haciendo lo que me toca para que podamos encontrar soluciones a este grave problema, pero la responsabilidad es de todos, he visto a las organizaciones muy pro activas y hasta a una marcha están convocando para hacer un fuerte llamado a las autoridades ambientales y particularmente al gobierno del nuevo Nuevo León, que más bien se ve algo vintage con tanto aire tan gris y sucio. La pregunta es, si ya le entramos desde el poder legislativo, desde la academia, las organizaciones de la sociedad civil y hasta los niños; ¿el gobierno naranja le va a entrar o estamos condenados, junto con la pequeña Mariel, a seguir respirando veneno? Es pregunta que sí espera respuesta.

Palabra de Norteña.

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