Ómicron y los niños

El periódico The New York Times reportó ayer que (en Estados Unidos) el número de niños pequeños ingresados en el hospital que dieron positivo por coronavirus aumentó vertiginosamente la semana pasada a los niveles más altos desde el comienzo de la pandemia, según los datos publicados el viernes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Que esté sucediendo esto no es resultado de la casualidad sino consecuencia de que la variante Ómicron de COVID está causando efectos mayormente en los más jóvenes y evidentemente en quienes no están vacunados. Aunque el país vecino sí ha vacunado a un número significativo de niños menores a 15 años, no ha sido a todos y tampoco a los más pequeños.

¿Qué significa esto para nuestro país? 1. Al no existir una verdadera estrategia de vacunación -aunque la estamos exigiendo desde el 2020- el total de la población no está vacunada y mucho menos con segundas o terceras dosis, por lo tanto podrían aumentar los contagios de un momento a otro -desde luego también en los más pequeños- justo como acaba de suceder en Nuevo León teniendo en un día el mayor número de contagios en lo que va de la pandemia. 2. A pesar de llevar casi dos años con esta pandemia, los responsables de ejecutar acciones de prevención y atención al respecto siguen sin entender la relevancia de tener pruebas, vacunas, infraestructura médica y capacidad de reacción a la hora de tomar decisiones. 3. La falta de determinación para guiar a la población a lo que mejor convengan para protegernos a todos en materia de salud como lo dicta nuestra Constitución, pues desde el inicio de la pandemia los gobiernos tanto federal como estatales cambian de un momento a otro de “estrategias” y hasta el mensaje, confundiendo a la población y afectando a sectores como el económico y educativo.

Ahora que llega una nueva variante del virus pareciera que nada de lo que se debió aprender durante casi dos años de pandemia existe y entonces se siguen tomando decisiones equivocadas, se sigue mal informando a la población y lo más grave; se deja a juicio de cada quien lo que debe o no hacer, porque lamentablemente tenemos un gobierno cobarde que no está dispuesto a asumir ningún costo político; aunque ello le cueste vidas humanas.

Palabra de norteña

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