Nada que celebrar

Ayer me hubiera gustado celebrar; celebrar como algunos despistados que siguen celebrando un triunfo de hace 4 años que no ha traído nada bueno a este país, que solo son un “gobierno” cargado de ideología y resentimiento que nada resuelve, me hubiera gustado celebrar que México avanza y que cada día hay mejores condiciones de vida para las personas, que la esperanza sigue intacta y que hemos crecido como país en todos los aspectos.

Pero el hubiera no existe y tampoco existen razones para celebrar.

Hoy México, a 4 años del gobierno de López Obrador, está sumido en la peor crisis de violencia que jamás hayamos tenido. El gobierno está rebasado por el crimen organizado, los homicidios dolosos siguen a la alza, los feminicidios y la violencia no se combaten y hasta ahora no conocemos una verdadera estrategia en materia de seguridad, Vaya; el Presidente ni siquiera se toma en serio este problema, para él es más importante pichar que la vida de las y los mexicanos.

La escalada de precios en la canasta básica pero también en gasolina y otros servicios es la peor en 21 años y esto solo demuestran que para nada prevalece aquello de “primero los pobres”. ¡A la gente ya no le alcanza!

¿Qué celebran los discípulos de López? Quizás el desempleo, la inflación, la destrucción del sistema de salud, el incremento de la pobreza, el ataque constante a las instituciones y la persecución a los opositores.

No señores; en México no hay una transformación, solo tenemos un gobierno que busca a toda costa perpetuarse en el poder, acabar con la democracia y con las libertades y el desarrollo de las personas. A este gobierno no le gusta el que piensa, el que cuestiona, el que se prepara, el que trabaja, el que aspira a una mejor vida. Prefiere gente agachada, débil, obediente y sátrapa que pone por encima del desarrollo cualquier discurso ideológico incluso de su propia libertad.

Morena le queda debiendo mucho a los mexicanos, han sido la peor decepción y traición, por eso en el 2021 pudimos quitarles peso en la Cámara de Diputados, la gente ya no los votó igual. Hoy no hay nada que celebrar o quizás una cosa; que ya casi se van, ¡nos vemos en 2024!

Palabra de norteña.

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