Gota a gota la paciencia se agota…

Si hacemos un comparativo entre los años 2020, 2021 y 2022, éste último resulta ser el más violento, llevando hasta ahora más de 200 homicidios dolosos, además de la crisis de personas desaparecidas que aún estamos enfrentando, el terrible suceso recientemente en Anáhuac que cobró la vida de 6 elementos de Fuerza Civil y los feminicidios que aún no han derivado en una política pública de prevención, pero que sí desataron la inconformidad y manifestaciones de miles de mujeres que han salido a las calles, llegando hasta Palacio de Gobierno para exigir justicia, veracidad en las investigaciones y que se deje de usar la causa de las mujeres sólo como mero discurso.

Al grave problema de la inseguridad se suma el del transporte, que hasta ahora el gobierno estatal no ha dado pie con bola y aunque seguido anuncian la compra de camiones, la realidad es que los usuarios siguen esperando horas en las paradas de camión hasta que llega uno que los lleve a su destino, sin la garantía de no ser asaltados o en el caso de las mujeres sufrir violencia y acoso. Por otro lado, tenemos un metro que sigue sin crecer pero que además de las pésimas condiciones en las que se encuentra, pues pareciera a veces que se cae a pedazos, ahora cuesta más y su precio seguirá subiendo en los próximos meses porque el creador del “No al tarifazo” decidió que siempre sí hay tarifazo

Como si todo lo anterior no fuera suficiente, surge también la crisis del agua. Un problema que como ya he dicho no es nuevo, pero que el actual gobierno no quiso iniciar dando alternativas, solo discursos y planes que nunca llegan a concretarse, además de mentiras con el famoso programa de cortes de agua que hasta la fecha no ha respetado ni un solo horario. Pero lo más grave que le llevan agua sucia a la gente, que le cobran altas tarifas en el recibo a colonias que llevan más de una semana sin agua y que el mensaje que envía el ejecutivo ha sido sólo de división, de señalamientos y nunca de empatía o esperanza.

O peor aún, que el propio gobernador desestime el descontento social, declarando que las manifestaciones que hemos visto en diferentes días y diferentes colonias, avenidas y municipios no son legítimas. Pareciera que no se da cuenta que la gente ya nos estamos cansando, que la paciencia se nos agota y que cuando no existe la gobernabilidad; la ciudadanía busca otras alternativas. 

Quienes vivimos en Nuevo León; nos sentimos orgullosos de esta tierra, estamos convencidos de su grandeza y estamos hechos para trabajar y salir adelante, la cultura del esfuerzo es nuestro sello. Pero hoy la desesperanza se ha vuelto tangible en sus calles, entre su gente, a veces  surge el temor de estar padeciendo a un gobierno populista como del que tanto hemos intentado defendernos a nivel federal porque todos los días vemos discursos, excusas, ataques, pero de soluciones nada. 

Yo invito, como ciudadana, al gobierno estatal  a generar diálogo, paz, vías correctas para generar acuerdos, soluciones, y regresarle a la gente su tranquilidad y calidad de vida. Si se continúa por el camino de la confrontación pronto estaremos viviendo un estallido social, y de eso ya no habrá vuelta atrás.

Palabra de norteña.

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