Corcholatas naranjas

Nuevo León y la Ciudad de México tienen varias similitudes, pero hoy tienen una muy particular; sus gobernadores viajeros. El gobernador Samuel García viaja constantemente al extranjero y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum al interior de la República.

Si bien podría decirse mucho de esos viajes, lo que hoy más llama la atención es cuando ambos gobernadores coinciden en la visita de Claudia Sheinbaum a Nuevo León.

Pues ésta no vino a nuestro estado precisamente a una visita de trabajo, dudo mucho que aquí pueda encontrar soluciones para resolver la crisis de transporte público que tiene en la Ciudad de México, en todo caso podría lamentarse junto con Samuel García, ambos han fracasado en ese tema. Tampoco encontraría aquí buenas prácticas para combatir la violencia feminicida, tema en el que ambos gobernadores le han fallado a las mujeres. Mucho menos hablar de políticas públicas para combatir la contaminación, ninguno de los dos está haciendo algo en ese rubro.

En cambio, la jefa de gobierno llegó feliz de la vida a la casa del gobernador, en donde fue recibida con bombo y platillo, como si con ello se pretendiera dar el banderazo para abrirle las puertas de Nuevo León a MORENA.

Y es que hay que recordar que fue el propio gobierno federal quien le dio instrucciones a los gobernadores de morena para que recibieran a las corcholatas en sus giras de pre campaña y les dieran todas las facilidades; después de ver cómo la risa traicionó a Dante Delgado cuando le preguntaron si él opera para López Obrador, no me extrañaría que el Gobernador de Nuevo León haya recibido la misma instrucción.

Resulta muy evidente que MORENA necesita la operación del Gobierno de Nuevo León para poder instalarse aquí, de otra manera no hay forma de que entre a nuestro estado un proyecto que está totalmente en contra de nuestro progreso y desarrollo económico.

Claudia Sheinbaum, como todas las corcholatas de López Obrador, ya demostró que no tiene escrúpulos para violentar la ley electoral, gastar recursos públicos en eventos proselitistas y seguramente tampoco tendría problema en pintarse de naranja con tal de ganar simpatías en Nuevo León.

La pregunta es ¿el gobernador de Nuevo León traicionaría de esa manera la confianza que le dio la gente, con tal de cumplir el capricho presidencial? ¿Vamos a permitir que la 4T se expanda también aquí?

Qué conste que no es la primera vez que lo advierto; MORENA y Movimiento Ciudadano son lo mismo.

Palabra de norteña.

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